Consejos para elegir un jamón de calidad
Elegir un jamón de calidad puede ser una tarea un tanto compleja, pero si sigues estos consejos podrás hacer una elección acertada.
Desde Ibéricos El Catedrático solo nos conformamos con lo mejor por eso te dejamos algunos consejos para ayudarte a elegir un buen jamón y que puedas disfrutar al igual que nosotros.
Tipo de jamón
Podemos diferenciar entre dos tipos principales de jamón: el jamón serrano y el jamón ibérico.
El jamón serrano está elaborado a partir de cerdos blancos. Su curación se realiza al aire libre y tiene una curación de varios meses para conseguir ese sabor que lo caracteriza. Su demanda es muy elevada al ser más común y, por tanto, más asequible económicamente.
El jamón ibérico proviene de cerdos ibéricos, una raza autóctona de la península ibérica, especialmente criados en regiones como Extremadura, Andalucía, Salamanca y Huelva. Cuentan con una calidad superior y un sabor más intenso. Lo que hace que el jamón ibérico sea tan popular en la gastronomía española es la alimentación y el proceso de curado al que se someten estos cerdos.
Etiquetado y precinto del jamón
No confíes en aquellos jamones que se venden sin un etiquetado, busca jamones que demuestren sus propiedades con una etiqueta de calidad reconocida.
En el caso del jamón hay cuatro precintos que diferenciamos con etiquetas de colores:
- Etiqueta blanca: jamón de cebo ibérico. Cerdos alimentados a base de pienso y criados en un cebadero.
- Etiqueta verde: jamón de cebo de campo ibérico. Cerdos criados en dehesa, pero alimentados de piensos y hierba.
- Etiqueta roja: jamón ibérico criado en el campo y alimentado con bellota y recursos naturales de la dehesa pero que no son de raza ibérica pura, es decir, son cerdos de raza ibérica 50% o 75%.
- Etiqueta negra: son los jamones de máxima calidad. Son cerdos de raza 100% ibérica, criados en la dehesa con total libertad y con una alimentación selecta a base de bellotas, pasto y recursos naturales.
Denominación de origen
En Ibéricos El Catedrático sabemos que para ofrecer un producto de calidad tenemos que contar con una materia prima de primera. Por ello nuestros cerdos ibéricos se crían al aire libre en nuestra propia dehesa salmantina. Consiguiendo así, que crezcan en un ecosistema ideal con acceso a alimentación 100% natural a base de bellotas, alcornoques, robles y pasto fresco. Excepto en la fase de montanera en la que su alimentación solo es a base de bellotas con el fin de fortalecer sus músculos para obtener una carne de calidad.
Asimismo, nuestros jamones ibéricos y paletas cuentan con el sello de Tierra de Sabor garantizando que los productos han sido elaborados en Castilla y León y que cumplen con rigurosos estándares de calidad y autenticidad.
Normativas que tienen que cumplir los jamones
La etiqueta es clave para saber cuándo un jamón es 100% ibérico. Y hay que cumplir la Normativa Cerdo ibérico RD 4/2014 de 10 de enero en la que se señala como deben ser las etiquetas del jamón ibérico para que se pueda proceder a su comercialización.
En cada una de las piezas de Ibéricos El Catedrático se informan sobre todos los datos que recoge la normativa, así como su etiqueta y precinto correspondiente.
Aspecto externo del jamón
Observa el aspecto del jamón. Debe tener una forma estilizada y una pata fina. La pezuña también puede ofrecer pistas: los jamones más selectos y con grandes cualidades organolépticas suelen tener una pezuña de color negro o desgastado, asegurando así que es todo un manjar para el paladar.
Grasa infiltrada
La grasa infiltrada es un indicador clave que nos permite calificar de manera sencilla la calidad y sabor del jamón ibérico. Los jamones y paletas de bellota 100% ibéricos de Ibéricos El Catedrático se caracterizan por sus vetas de grasa que se distribuyen de manera uniforme por toda la pieza y que le aporta una jugosidad y sabor únicos.
Aroma y sabor
El aroma y sabor de los jamones ibéricos son excepcionales y distintivos, lo que los convierte en una joya gastronómica apreciada en todo el mundo.
- Aroma: Al acercar el jamón ibérico a la nariz, se puede percibir un aroma intenso y complejo. Las notas embriagadoras que se desprenden pueden incluir matices de nueces, hierbas, madera y una suave fragancia ahumada. Estas cualidades aromáticas son el resultado de la alimentación de los cerdos con bellotas y una cuidadosa curación que se lleva a cabo durante meses o incluso años.
- Sabor: El sabor del jamón ibérico es una verdadera delicia para el paladar. Su carne infiltrada de grasa intramuscular le confiere una textura suave y jugosa. Al probarlo, se experimenta una combinación de sabores ricos y complejos que incluyen dulzura, salinidad equilibrada y un regusto ahumado. El sabor persistente deja una sensación memorable en la boca y hace que cada bocado sea una experiencia única.
El secreto detrás del extraordinario aroma y sabor del jamón ibérico radica en la raza única de los cerdos ibéricos, su dieta de bellotas y pastos naturales, así como en la tradicional técnica de curación, que permite desarrollar todos estos atributos únicos. Como resultado, el jamón ibérico es un auténtico tesoro culinario que se disfruta tanto en España como en todo el mundo.
Peso
El peso ideal de los jamones ibéricos puede variar según el tipo y la categoría de jamón, así como las preferencias del productor y el mercado objetivo. A continuación, se presentan algunos pesos aproximados de los jamones ibéricos más comunes:
- Jamón Ibérico de Bellota: Suele tener un peso que oscila entre 6 kg y 8 kg, aunque también pueden encontrarse jamones más grandes.
- Jamón Ibérico de Cebo de Campo: El peso puede variar entre 5 kg y 7 kg aproximadamente.
- Jamón Ibérico de Cebo: Suelen tener un peso entre 5 kg y 6 kg, aunque también pueden encontrarse más grandes.
Es importante tener en cuenta que estos son solo rangos generales y que el peso real de los jamones ibéricos puede variar dependiendo de factores como la edad del cerdo, la duración de la curación y el proceso de elaboración.
El peso del jamón influye en su tiempo de curación, ya que los jamones más grandes requieren más tiempo para alcanzar el punto óptimo de maduración. Además, el tamaño del jamón también puede afectar su precio, ya que los jamones más grandes suelen ser más costosos debido a su mayor rendimiento de carne.
Almacenamiento adecuado
Hasta el momento de la venta hay que conservar las piezas en bodegas con una temperatura entre 15°C y 20°C y unos niveles de humedad que varían entre el 60-80%.
Un aspecto muy importante y que hay que respetar para mantener el jamón ibérico en su correcto estado son las condiciones de luz, temperatura y humedad concretas para que no pierda ningún matiz de su sabor.
Siguiendo estos consejos podrás adquirir un jamón ibérico de calidad en el que sus olores, sabores y texturas no te decepcionarán.
Recuerda: "Cada loncha de jamón ibérico es un viaje sensorial que nos transporta a los paisajes y aromas de la dehesa española”, no te conformes con uno cualquiera.